Este es el último reto que nos plateábamos, creo que hasta ahora la producción ha sido más que buena teniendo en cuenta la variedad de herramientas interesantes que os he presentado hasta ahora.
Quería finalizar con este último método muy en boca de todos los docentes que buscan un planteamiento distinto y dinámico para sus aulas. El aprendizaje basado en proyectos o ABP, consiste en plantear a los alumnos la resolución de un problema de la vida real.
Al igual que sucede en el Trabajo cooperativo, los alumnos son los protagonistas de su propio aprendizaje y esto les ayuda a interiorizar aquello que aprenden. Una vez más, el docente pierde peso en el desarrollo de la clase y se convierte en una figura facilitadora de este proceso. En nuestro caso, teníamos que crear una propuesta que fomentase el amor por la lectura.
El reparto de roles es esencial, como en el Trabajo Cooperativo. En nuestro caso éramos bastantes miembros, un total de 6 personas (algo extraño, porque se recomienda que los grupos no superen los 4 miembros, como ya expliqué en entradas anteriores) ¡supongo que éramos muchos los preocupados por hacer que la gente ame más la lectura!. En nuestro caso, nos dividimos por parejas en: Cámaras, Redactores y Creativos.
Lo normal es que se trabaje con una rúbrica que se plantee el grupo, el ejemplo que creamos es esta, hecha desde RubiStar (que sonar parecer un poco raro, pero de verdad que se utiliza para esto) http://rubistar.4teachers.org/index.php?skin=es&lang=es
Para organizar el trabajo, es siempre muy útil organizarse con alguna herramienta, como por ejemplo el CANVAS, que es una especie de plantilla que se tiene que ir rellenando con la planificación de aquellos que queramos alcanzar. Digamos que es importante que haya un proceso de Pre-producción al igual que en el cine, para luego no volverse loco teniendo «buenas ideas» sobre la marcha. Para que veáis en qué consiste, os dejo el diseño que he hecho en Genial.ly con una estructura que nos han facilitado:
Aquello que proponíamos debía ser realizado así que optamos por crear un fragmento que con mucha ayuda, quedó increíble. La tecnología nos ofrece un recurso inagotable de opciones (entre tu y yo, ¡si es un i-algo, ya ni te cuento!) y tenemos que aprovecharlas al máximo para hacer piezas tan simples y emotivas como esta:
¿Qué tal, cómo os sentís? ¿Os habéis quedado con ganas de más? Os animo de verdad a que llevéis el cambio a las aulas, entre todos podremos terminar con la dictadura de la Clase Magistral y lo encorsetadas que tenemos las mentes en cuanto a lo que «vale» y lo que no. Ojalá que podamos construir unas aulas donde los alumnos se sientan como en el salón de casa, a gusto, animados, motivados y lo mas importante: no que estén contentos por haber venido (¡que obviamente que sí!), si no que mañana quieran volver.